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29 de enero de 2010

Sobre lo imposible, o nosotros mismos.

Cuando las cosas son, son, o así deberían ser. Bueno, me imagino que todos estaréis de acuerdo en esto, pero yo no. No siempre, o más bien casi nunca, las cosas son como deberían ser. ¿Es que acaso debemos cruzarnos de brazos cuando vemos que las cosas tendrían que ser de otra manera? Es difícil, lo se, pero solo hay una lucha imposible, y esta es el final de la vida. Lo que hay en medio, no es más que una mezcla, muchas veces mal hecha, de ilusiones, necesidades, contradicciones, miedos, envidias, situaciones estimulantes, traiciones de todas las medidas, y una interminable lista de muchas cosas más. Y reconozco que yo soy el primero en padecer el síndrome de lo existencial. Si, ese que empieza cuando te preguntas si te falta algo por hacer en la vida, y te hunde más cuando la lista se hace casi interminable. Por eso, cuando algún amigo te pregunta si cambiarías algo de lo que has hecho en tu vida, a pesar de que una abrumadora mayoría dice que no cambiaría nada, la totalidad, estoy seguro, sentimos que no hemos hecho cosas como nos hubiera gustado en realidad, o ni siquiera hemos hecho cosas que nos hubiera encantado probar. ¿Desilusión? Yo creo que si. Y no debe darnos miedo ni vergüenza admitirlo, porque las cosas son así. Y este mundo contemporáneo tan ostentoso, individualista, competitivo y perfeccionista que nos ha tocado vivir, no ayuda para nada a aceptar que las cosas son como son, pero que podemos cambiar nuestra mirada sobre ellas. Porque todo radica allí, en el punto de vista de cada uno. No predico el conformismo. De hecho, no predico nada. Pero creo, sinceramente, que todo lo que nos rodea es moldeable, y que el ser humano es un catalizador de sinergias. Porque si cuando suena el despertador, te quedas diez minutos más en la cama, ese tiempo lo disfrutas más que las horas que has estado durmiendo. Y eso es porque, en el fondo, sentimos que estamos venciendo al tiempo inexorable. Vana ilusión, si, pero gratificante. Todo, porque lo que vivimos lo hacemos a través de nuestra propia necesidad. Luchemos por conseguir nuestros deseos, nuestras necesidades, siempre que estas no perjudiquen a otros. Al fin y al cabo, nunca está de más mimarse de vez en cuando a uno mismo.

18 de enero de 2010

La cultura por la cultura.

Es gratificante que, de vez en cuando, aparezcan hechos como el del realizador Federico Álvarez, quien con un presupuesto más que modesto, y desde la periferia de la cultura cinematográfica, completa un cortometraje propio de las grandes (y me refiero a presupuesto) películas americanas, algo tipo La guerra de los mundos versión Orson Welles. Un ejemplo de cómo no es necesario pertenecer a la élite cultural para triunfar. Solo hace falta un espacio como internet para que los demás vean tu trabajo. Luego, la calidad se impone, y el premio merecido al talento llega. Es el camino contrario a la industria española, llena de subvenciones y cánones. Todos podemos disfrutar del trabajo de autores desde una plataforma pública y gratuita como es internet, y esto es lo importante, porque para crear cultura, no es necesario exigir el previo pago. La cultura está por encima del mercantilismo, y eso es lo fundamental, porque se puede crear productos sin necesidad de vivir de ellos, o al menos hasta que te merezcas el éxito y el reconocimiento. Y los buenos casi siempre lo consiguen.

13 de enero de 2010

A partir de hoy, Red y Libertad

Consideramos imprescindible la retirada de la disposición final primera de la Ley de Economía Sostenible por los siguientes motivos:

1. Viola los derechos constitucionales en los que se ha de basar un estado democrático en especial la presunción de inocencia, libertad de expresión, privacidad, inviolabilidad domiciliaria, tutela judicial efectiva, libertad de mercado, protección de consumidoras y consumidores, entre otros.
2. Genera para la Internet un estado de excepción en el cual la ciudadanía será tratada mediante procedimientos administrativos sumarísimos reservados por la Audiencia Nacional a narcotraficantes y terroristas.
3. Establece un procedimiento punitivo “a la carta” para casos en los que los tribunales ya han manifestado que no constituían delito, implicando incluso la necesidad de modificar al menos 4 leyes, una de ellas orgánica. Esto conlleva un cambio radical en el sistema jurídico y una fuente de inseguridad para el sector de las TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación).
Recordamos, en este sentido, que el intercambio de conocimiento y cultura en la red es un motor económico importante para salir de la crisis como se ha demostrado ampliamente.
4. Los mecanismos preventivos urgentes de los que dispone la ley y la judicatura son para proteger a toda ciudadanía frente a riesgos tan graves como los que afectan a la salud pública. El gobierno pretende utilizar estos mismos mecanismos de protección global para beneficiar intereses particulares frente a la ciudadanía.
Además la normativa introducirá el concepto de “lucro indirecto”, es decir: a mí me pueden cerrrar el blog porque “promociono” a uno que “promociona” a otro que enlaza a un tercero que hace negocios presuntamente ilícitos
5. Recordamos que la propiedad intelectual no es un derecho fundamental contrariamente a las declaraciones del Ministro de Justicia, Francisco Caamaño. Lo que es un derecho fundamental es el derecho a la producción literaria y artística.
6. De acuerdo con las declaraciones de la Ministra de Cultura, esta disposición se utilizará exclusivamente para cerrar 200 webs que presuntamente están atentando contra los derechos de autor. Entendemos que si éste es el objetivo de la disposición, no es necesaria, ya que con la legislación actual existen procedimientos que permiten actuar contra webs, incluso con medidas cautelares, cuando presuntamente se esté incumpliendo la legalidad. Por lo que no queda sino recelar de las verdaderas intenciones que la motivan ya que lo único que añade a la legislación actual es el hecho de dejar la ciudadanía en una situación de grave indefensión jurídica en el entorno digital.
7. Finalmente consideramos que la propuesta del gobierno no sólo es un despilfarro de recursos sino que será absolutamente ineficaz en sus presuntos propósitos y deja patente la absoluta incapacidad por parte del ejecutivo de entender los tiempos y motores de la Era Digital.
La disposición es una concesión más a la vieja industria del entretenimiento en detrimento de los derechos fundamentales de la ciudadanía en la era digital.
La ciudadanía no puede permitir de ninguna manera que sigan los intentos de vulnerar derechos fundamentales de las personas, sin la debida tutela judicial efectiva, para proteger derechos de menor rango como la propiedad intelectual. Dicha circunstancia ya fue aclarada con el dictado de inconstitucionalidad de la ley Corcuera (o ley de patada en la puerta). El Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet, respaldado por más de 200 000 personas, ya avanzó la reacción y demandas de la ciudadanía antes la perspectiva inaceptable del gobierno.
Para impulsar un definitivo cambio de rumbo y coordinar una respuesta conjunta, el 9 de enero se ha constituido la “Red SOStenible” una plataforma representativa de todos los sectores sociedad civil afectados. El objetivo es iniciar una ofensiva para garantizar una regulación del entorno digital que permita expresar todo el potencial de la Red y de la creación cultural respetando las libertades fundamentales.
En este sentido, reconocemos como referencia para el desarrollo de la era digital la Carta para la innovación, la creatividad y el acceso al conocimiento, un documento de síntesis elaborado por más de 100 expertos de 20 países que recoge los principios legales fundamentales que deben inspirar este nuevo horizonte.

En particular, consideramos que en estos momentos es especialmente urgentes la implementación por parte de gobiernos e instituciones competentes, de los siguientes aspectos recogidos en la Carta:
1. Las/os artistas como todos los trabajadores tienen que poder vivir de su trabajo (referencia punto 2 Demandas legales, párrafo B “Estímulo de la creatividad y la innovación”, de la Carta;
2. La sociedad necesita para su desarrollo de una red abierta y libre (referencia punto 2 Demandas legales, párrafo D “Acceso a las infraestructuras tecnológicas”, de la Carta)
3. El derecho a cita y el derecho a compartir tienen que ser potenciado y no limitado como fundamento de toda posibilidad de información y constitutivo de todo conocimiento (referencia punto 2 “Demandas legales” párrafo A “Derechos en un contexto digital”, de la Carta);
4. La ciudadanía debe poder disfrutar libremente de los derechos exclusivos de los bienes públicos que se pagan con su dinero, con el dinero publico (referencia punto 2 Demandas legales, párrafo C “Conocimiento común y dominio público”, de la Carta)
5. Consideramos necesaria una reforma en profundidad del sistema de las entidades de gestión y la abolición del canon digital (referencia punto 2 Demandas legales, párrafo B. “Estímulo de la creatividad y la innovación”, de la Carta).
Por todo ello hoy se inicia la campaña “INTERNET NO SERÁ OTRA TELE y se llevarán a cabo diversas acciones ciudadanas durante todo el periodo de la presidencia española de la UE.
Consideramos particularmente importantes en el calendario de la presidencia de turno española el II Congreso de Economía de la Cultura (29 y 30 de marzo en Barcelona), Reunión Informal de ministros de Cultura (30 y 31 de marzo en Barcelona) y la reunión de ministros de Telecomunicaciones (18 a 20 de abril en Granada).
La Red tiene previsto reunirse con representantes nacionales e internacionales de partidos políticos, representantes de la cultura y legaciones diplomáticas.
Firmado
Red SOStenible
La Red Sostenible somos todos/as. Si quieres adherirte a este texto, cópialo, blogguéalo, difúndelo.

12 de enero de 2010

El símbolo perdido.

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"Washington. El experto en simbología Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.
Con la ayuda de Katherine Solomon, hermana de Peter y experta en ciencias noéticas, Robert Langdon tiene doce horas para salvar a su amigo y, al mismo tiempo, evitar que uno de los secretos mejor guardados de nuestra historia caiga en las manos equivocadas...
El código Da Vinci fue un fenómeno mundial que convirtió a Dan Brown en el maestro absoluto del thriller. En esta nueva obra, Robert Langdon regresa para retar a los lectores con una historia inteligente y de ritmo vertiginoso que ofrece sorpresas en cada página. El símbolo perdido es lo que los fans de Dan Brown estaban esperando: su novela más emocionante."

Esta es la sinopsis que nos propone la contraportada del libro de Dan Brown. Parece difícil embutir todas esas premisas en una novela que transcurre en una noche, pero la verdad es que lo hace. ¿Creíble? Yo ya lo he acabado de leer, y la verdad es que no parece posible. Bueno, dicen que el papel en blanco lo soporta todo, pero a alguien que vende millones de ejemplares de sus libros habría que pedirle que lo que nos vende sea, cuando menos, verosímil.

Reconozco que he sido una lectura entretenida, ligera, y que me ha enganchado como lo hacen las miniseries de la televisión, cuyo planteamiento inicial suele ser llamativo pero que con el paso de los minutos, aquí las páginas, lleva a una cierta decepción que culmina en un ¿para esto me he tragado yo el resto?. En fin, que con un cuento corto, si Brown contase con una buena capacidad de síntesis, hubiese tenido bastante Brown para desarrollar una historia efectiva. Desde luego no esperaba demasiado, y por eso al acabar de leer El Símbolo Perdido, solo le agradezco que me haya ocultado la decepción hasta el final. Mientras este no ha llegado, aún tuve esperanzas. Crédulo que soy. ¿O será que, por el contrario de lo que dice la contraportada, yo no soy fan?