Buscar este blog

31 de diciembre de 2013

Los buenos amigos también tienen efectos secundarios

Hoy que acaba el año,quiero recuperar un artículo que escribí hace mucho tiempo, pero sobre el que aún hoy estoy íntimamente de acuerdo. Eso si,he ampliado el final. La experiencia te hace crecer. Lo dicho:
Si, lo se, parece que siempre le esté dando vueltas a las mismas cosas. Pero, ¿qué más puedo hacer, si lo que siento y me pasa versa sobre los mismos temas? Desconozco cual es la verdad de todo, aquella que me haría auténticamente feliz, y creo que en eso me parezco al resto de los humanos que poblamos esta esfera azul, y sin embargo, cuanto más intento escarbar en los sentimientos de los que me rodean, mayor es mi desesperanza para encontrarla. Sería algo así como cuanto más intento descubrir a mis amigos, más los desconozco. Porque, bien mirado, nuestros amigos son una subespecie dentro de la especie humana. Son seres que nos rodean, muchas veces sin hacerse notar, y que, si son de verdad, están ahí siempre que los necesitas. Pero también están los falsos amigos, parásitos que huyen de tus problemas como si estos fuesen la penicilina. Por eso, no hay nada mejor que vacunarse contra ellos, y para hacerlo es importante empezar pidiéndoles un favor. Si son amigos de verdad, te escucharán, sufrirán por ti con tus problemas, y finalmente se ofrecerán para lo que haga falta. Si son parásitos, te oirán pero no te escucharán, ya que se habrán quedado muy al principio, pensando qué les vamos a pedir, sufrirán, pero no por tus problemas, sino por cómo les afectarán estos a su tiempo o a su cartera, para finalmente hacerte ver que están en terribles problemas económicos, o que mañana marchan de vacaciones. Esos falsos amigos, subespecie que fagocita todo lo que pueden sacarte, negándose luego a devolvértelo, abundan más de lo que nos pensamos. Y sin embargo, como las bacterias, son inevitables. Y tienen efectos secundarios. Normalmente, después de haber descubierto su presencia, y sin darte tiempo a ir al médico, te dejan como secuela cara de tonto, la boca abierta, y lo que es peor, una tremenda desilusión dentro del alma.
Y también están los amigos de verdad, aquellos que te sorprenden cuando no lo esperas, que te ayudan y se ofrecen sin dilación, y que a pesar de pensar diferente en muchas cosas, anteponen sus sentimientos a su ego.
A estos, sencillamente, protégelos este nuevo año, que no abundan demasiado.

22 de octubre de 2013

La duda humana.


Nunca se está seguro de nada, señor Kellergan. Por eso la existencia se vuelve muy complicada a veces. Esta frase es de "La verdad sobre el caso Harry Quebert", el libro que estoy devorando estas últimas noches, y solo leerla me hizo reflexionar sobre su sentido real sin acabar de saber porqué. Claro que como casi siempre, me fui a dormir sin llegar a ninguna conclusión clara, pero un ruido insospechado en medio de la madrugada me despertó y en ese estado de semi inconsciencia transitoria que tanta claridad da, di con la pequeña clave de lo que me había llamado la atención del párrafo. Y no es otro tema que la duda. Aquella que nos atenaza, pero que también de rebote nos sumerge en el exceso de duda, y que nos imposibilita avanzar, tomar decisiones. Aquella duda que se presenta cuando calculamos riesgos, cuando tenemos que decantarnos por una solución o por otra. Una duda irreflexiva, que no se deja convencer, porque es tan difícil salir de ella, moverse ni un poquito. Porque la duda, esa insana, la que nos hace perder oportunidades que posiblemente ya no volverán a presentarse, no es más que el reflejo del miedo. Miedo a equivocarnos, a sufrir las consecuencias de ese posible error futuro, como un boxeador con terror a los guantes del contrario. Pero si aún parece poco, el miedo es una consecuencia de nuestra inseguridad. Por lo tanto, duda, miedo e inseguridad son la misma forma de expresar algo tan inherente al ser humano, y que no es otro que la necesidad de ser únicos para quienes nos rodean. ¿Seré buen padre?¿Buen amante?¿Buena pareja?¿Qué esperan los demás de mi?. Lo único que responde a esas preguntas es ser uno mismo, y que los demás nos valoren bajo ese mismo prisma de nuestra libertad de elección, y sobre todo hacerlo nosotros con los demás. No esperar demasiado de los que nos rodean ni querer demostrar lo que no somos. Si nos paramos, nos dejan en la estación, y el reloj sigue corriendo y no sabemos si pasarán más trenes.
Y después de reflexionar sobre todo esto, no pude conciliar el sueño hasta que sonó el despertador, así que no me juzguéis por esto.

26 de junio de 2013

De infamias e injurias.


Hace ya meses que no escribo en este blog. Bueno, seguramente, y si soy sincero, hace ya meses que no escribo en general. No es por falta de ganas, que me encantaría, si no por falta de motivación. Si, aquel intangible que hace que cualquier cosa de nuestra vida, por insignificante y efímera que se nos presente, sea una buena excusa para dejar de hacer algo que en el fuero interno creemos que puede ser más importante. 
Si pensamos detenidamente en los motivos que nos impulsan a saltarnos nuestro gusto natural por el inmovilismo, por la hibernación personal en la que caemos con frecuencia, muchas veces no son cosas importantes a ojos ajenos, sino impulsos sitmémicos que proceden de motivaciones internas más allá de lo lógico. 
Yo, últimamente, solo escribo breves hablando mal de los políticos en general. ¿Irracional?, si, ¿justo?, con todos no se, pero una buena parte de ellos me demuestran cada día en las páginas de los diarios que o no merecen ocupar el cargo que ocupan, o solo están allí para tener trabajo fijo, ganar dinero fácil o enriquecerse si llegasen a un cierto nivel, lo que llamaríamos el colofón del poder. 
Se que puede que no sea justo en mis apreciaciones, pero igual que para ellos todos los ciudadanos pasamos a ser votantes, y eso en el mejor de los casos, que solo pueden reclamar su derecho a la queja cada cuatro años y cambiar entre siempre los mismos perros con distintos collares, yo tengo derecho a que para mi los políticos representen posibles corruptos desde el momento que asumen su cargo. Solo me queda, a la vista está, el recurso infiel de la pataleta.
De infamias el mundo está lleno. De las injurias, es fácil hacerse eco. De políticos incapaces y presuntuosos, estamos demasiado bien servidos en este país. Así que tal vez algún día podamos elegir en libertad entre los que nos representan sin necesidad de cogernos la cartera por si ellos nos la roban, cuando existan las listas abiertas. Aunque bien pensado, a este paso no va a quedar nada dentro. Ni tan siquiera nuestra dignidad, que ellos la suya ya parecen haberla perdido.

18 de febrero de 2013

Tu reflejo perdido.

He vuelto a cerrar todas las ventanas, como siempre hacía antes de ti, hasta que solo la penumbra me acompañase. Casi a oscuras, me he dirigido delante del espejo, allí donde tantas veces te he intuido, te he visto,detrás de mi propia imagen, mirándome desde tus ojos pintados en el difuso reflejo.
Hoy, sin embargo, por primera vez en tanto tiempo no te he visto, y ahora, se por fin que tal vez nunca hubieses estado allí. Te he buscado en tantas otras miradas, en tantos rostros, que creí que alguna vez realmente te había encontrado. Pero ya he comprendido, por fin ahora, que solo veía pequeños pedazos imperfectos de ti en cada uno de ellos, y que aquello que realmente buscaba, nunca lo encontraría completo en nadie más. Tantos rostros y ninguno eras tu. Tanto tiempo engañado, imaginando que te podia retener, y solo eras una ilusión escondida detras de un deseo. Nunca te encontraré por mucho que te busque. Ya no estás, eso ahora lo sé, así que solo queda abrir las ventanas de mi vida y decirte adiós. Nunca serás real, porque siempre has sido un imposible sueño perfecto. Tan solo un deseo desvanecido que no me ha permitido alcanzar la realidad. Hasta ahora.