Así se sentía ella delante de todo lo que le estaba sucediendo. La persona a la que mas debía importarle en la vida,aquella que había decidido un día que el acto mas hermoso del ser humano podía acabar siendo ella,su padre,no había hecho mas que comportarse,ya tan mayor,como un niño egoista. ¿Es que no podía llegar a darse cuenta de que todo lo que ella hacía era por su bien,por cuidarlo? La rabia que sentía en estos momentos acabaría,como vanía ya siendo costumbre, trasformándose en dolor. Era el proceso habitual. Sin embargo,y a pesar de las cosas que le había dicho,que ella había tenido que sentir de boca de su padre,de aquel hombre que nunca le había susurrado un te quiero,cosas que le rompían el alma y que la hacían sentirse tan sola,a pesar de todo, ella acabaría acudiendo siempre a su lado. Porque, aunque la incompresión apareciese a través de las ventanas del sentimiento,nunca podría dejar de asomarse a aquella orilla extraña e imaginar que aún,algún dia,podría llegar a ser una niña pequeña de la mano de su padre,otra vez. Porque el tiempo se lleva aquellas cosas que mas queremos,y siempre es demasiado tarde esperar a mañana para decir te quiero.
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30 de abril de 2012
29 de abril de 2012
La parte del todo.
Una parte del todo siempre es menos que el total, pero claro, al menos es algo. Verlo así es algo natural,aunque muchos lo tilden de conformista. ¿Qué tiene de malo querer al menos un poco de algo si realmente no puedes conseguir el total?¿Se puede disfrutar de algo parcial? Seguramente un seguidor de un equipo de fútbol se conformaría con ganar algún título aunque no pudiese ganarlos todos. Creo que el acaptarlo se basa en gran medida en las metas que nos hayamos propuesto. Encontrar la frustración en el camino depende de aquello que nosotros mismos nos hayamos impuesto como mínimamente satisfactorio. En muchas ocasiones tendemos a sobrevalorar lo que somos,y eso nos aparta de la objetividad sobre aquello que desamos conseguir. Otro ejemplo es quien por escribir un libro cree que ha de autoimponerse la tarea de que este solo puede ser genial,o a lo sumo brillante. ¿Sería tan insatisfactorio caer en la mediocridad, si realmente eso es lo máximo que podemos dar? Queremos íntimamente todo el pastel,no solo una porción,eso es escribir,publicar,y ser admirados. Lo contrario nos podría llevar a la frustración. Y sin embargo,yo soy de los que piensan que lo importante no es tanto la meta,como disfrutar de un buen paisaje en el camino. Siempre puedes volver a recorrerlo y encontrar nuevos matices al atardecer.