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18 de diciembre de 2007

Opinión. Y en el futuro, ¿qué?

¿Qué nos deparará el futuro?

Pues realmente no lo se. Mentiría si intentase hacer de futurólogo. Resulta difícil predecir hacia donde irá nuestro planeta, hacia donde iremos todos nosotros, los seres individualizados que somos, en el fondo, células de un inmenso cuerpo que es la Tierra. Y como parte del todo, los seres humanos, creedores de ser los reyes de la creación, nos estamos convirtiendo en las células afectadas, defectuosas, que destruyen a otras a su paso, infectando de cáncer el resto del planeta. Pero, lo peor de todo, es que nosotros lo estamos haciendo de forma consciente, despilfarrando las oportunidades que se nos presentan para deshacer parte del camino que nos lleva a la destrucción.

¿Fatalista? Creo que no, pero si tremendamente pesimista. Demasiados intereses económicos y políticos nos están llevando por un camino equivocado, como si alguien nos hubiese vendado los ojos, y esto no nos permitiese ver donde está el precipicio, al que nos acercamos de forma bucólica, totalmente inconsciente. Una inconsciencia que nace de la soberbia que nos da el pensar que siempre habrá tiempo, que todo es subsanable, que nada nos puede pasar. Escuchemos las voces de quienes saben, y ya basta de cumbres como la de Bali, de donde se sacan acuerdos mínimos que solo hacen reconfortar conciencias, salvar posiciones políticas, hacernos creeer que ye estamos en marcha. Pobre solución.

Mientras eso pasa, nosotros, los seres humanos, seguimos con la destrucción. Contaminación, deforestación, calentamiento global, deshielo. Las otras células, las sanas, caen como mosquitos ante nuestro trabajo destructivo. Especies enteras, ecosistemas, equilibrios climáticos ya han desaparecido. Y sumamos y seguimos. ¿Hasta cuándo? No lo se, pero las cosas pintan mal. Hay soluciones reales al alcance, pero nuestros dirigentes no consideran adecuado el coste político, económico y social que esto representaría. Mientras tanto, el tiempo se acaba, el planeta se muere, y el cáncer avanza.

Mensajes en una botella.

He aquí dos casos de botellas lanzadas al mar, una al océano salado, y otra al océano del tiempo.

Un marinero lanzó un mensaje en una botella desde Nueva York, dicen los papeles. El capitán Harvey Bennett lanzó cinco botellas de plástico el pasado agosto, con la esperanza de esperar respuesta, ya que al menos alguna de ellas llegase hasta alguna playa lejana, por lo que adjuntó su nombre y dirección, según el diario East Hampton Star.

El capitán pensó que su deseo se había cumplido al ver un paquete procedente de Gran Bretaña. Su alegría duró el tiempo justo de abrir la carta que acompañaba su botella. "Hace poco encontré su botella mientras daba un paseo por la bahía de Poole, al sur de Inglaterra", decía la misiva, firmada por un tal Henry Bigglesworth, de Bournemouth. "Aunque usted, probablemente, considera esto un instrumento profundo sobre el trayecto y velocidad de las corrientes oceánicas, yo lo llamo de otra manera: ensuciar", afirmaba Bigglesworth en su carta.

El encolerizado Bigglesworth, más adelante, exponía su desfavorable opinión sobre los norteamericanos en general. "Ustedes, los norteamericanos, no parecen contentos si no es fastidiando en algún sitio", agregó finalmente el inglés. Lo que no se, es la cara que se le quedó al pobre capitán de Bennett al ver el resultado de su bienintencionado experimento.

Una tarjeta de Navidad, con fecha del 23 de diciembre de 1914, que había sido enviada a Ethel Martin de Oberlin, por sus primos desde la localidad de Alma, en Nebraska, y con un dibujo pintado de Papa Noel y una niña, ha llegado a su destino en Oberlin, Kansas, después de haber estado perdida durante los últimos 93 años.

"Es un misterio dónde ha estado guardada la tarjeta de Navidad durante una buena parte del siglo pasado", ha dicho el cartero de Oberlin Steve Schultz.

Ethel Martin nunca llegó a leer la tarjeta de Navidad de sus primos, pues falleció antes de llegar a recibirla.

El Servicio Postal de EEUU quiso, sin embargo, entregar la tarjeta a sus familiares.

La tarjeta había sido puesta en otro sobre con un sello válido para la época y su envío a Oberlin, ya que este, de un centavo, hoy en día no habría valido en el sistema de correo americano.

15 de diciembre de 2007

Gordon Richards, el mejor jockey de la historia.

La siguiente es la historia de la perseverancia a lo largo de una vida, la historia de un ganador.

Sir Gordon Richards (1904-1988) jinete inglés, generalmente considerado el mejor jockey de la historia. Sigue siendo el único jinete que ha sido nombrado caballero británico.

Richards nació en la aldea de Shropshire. Su padre criaba ponys en su casa, y es en ese ambiente en el que el pequeño Gordon fomenta su pasión por los caballos. A partir de los siete años, condujo el servicio de ponys para pasajeros que su familia tenía entre Wrockwardine y estación de Oakengates. Fue sin duda a esa edad, reforzando la posición vertical sobre la montura debido a su trabajo, cuando él desarrolló su estilo único.

Luego se convirtió en un mozo de establo de las caballerizas de Fox Hollies, en Wiltshire y propiedad de Jimmy White, quien le dio su primera oportunidad de disputar una carrera. No mucho tiempo después de su debut, ganó su primera carrera en Leicester, en marzo de 1921. Con el espíritu y la determinación que le caracterizaban, logró su sueño de convertirse en un verdadero jockey en 1925, convirtiéndose en campeón ya en su primer año, anotándose 118 victorias.

A principios de 1926, contrajo la tuberculosis, teniendo que estar un tiempo alejado de las pistas. Sin embargo, en 1927 ya volvió a ganar carreras. En 1932 acabó la temporada con 259 victorias en su haber, rompiendo el récord de mayor número de victorias en un año de competición, un registro que ha durado casi 50 años.

A pesar de esos enormes logros, todavía había una victoria que siempre se le escapaba, y no era otra que la del Gran Derby. En 1942 ganó 4 de los 5 “clásicos” en los en las carreras de caballos, pero todavía el gran Derby quedaba fuera de su alcance.

En 1953, después de haber fracasado en veintiocho ocasiones, y montando un enorme caballo de 16 pies de alto de nombre Pinza, finalmente ganó realizando una excelente carrera. Pinza se encontraba en segunda posición a través de gran parte de la milla y media de carrera, pero logró pasar finalmente a Shikampur, el caballo del Aga Khan, que iba en primer lugar. La tan esperada victoria fue acompañada de atronadores aplausos por parte de la frenética multitud, siendo rápidamente convocado al recinto de los ganadores, donde fué felicitado por la Reina. Ganar El Gran Derby había sido, sin duda, la mayor victoria de Gordon Richards.

La carrera como jockey de Sir Gordon Richards terminó en 1954 tras una lesión la pelvis, pero él siguió dedicado a su pasión por las carreras, convirtiéndose en entrenador de caballos y asesor de jockeys. En su haber tiene un total de 4870 victorias, siendo el jinete británico con mayor número de ellas en toda la historia.

Acatraz. Buenos Aires

Acatraz es un multiespacio de referencia en Buenos Aires capital. Un concepto global donde se aúna el espectáculo junto a la cultura urbana. Su céntrica ubicación data de 1995, ya que con anterioridad, y desde 1988, estaba detrás de una plazoleta (de ahí la idea primigenia del nombre), situándose en un antiguo teatro de la calle Rivadavia.
Su apoyo a la música emergente de la ciudad, se plasma en los más de 4000 conciertos ofrecidos en su sala. También es posible disfrutar de un acogedor ámbito destinado a las actuaciones de pequeño formato, como por ejemplo monólogos, y estando la sala a disposición de cualquier tipo de acción cultural.
Todo este marco encaminado a la difusión de tendencias, está arropado por otra serie de ofertas que van desde la gastronómica hasta la diversión (bowling, billares, etc.), pasando por un gimnasio, y campos de fútbol de hierba artificial donde organizar partidos y torneos, y es una manera más de completar el recorrido por la noche de la capital.
Se echa en falta, tal vez, la utilización de las instalaciones para un mayor número de actos culturales o exposiciones, aprovechando las horas diurnas. Aunque seguro que el equipo gestor, competente e innovador, ya está pensando en algo. Si no, solo hay que darse una vuelta por su novísima página web, donde encontraremos reflejado todo el dinamismo de un equipo volcado con la vida social de su ciudad.
Una referencia ineludible, por lo tanto, de la noche de Buenos Aires.

14 de diciembre de 2007

Alejandro Magno, el destino de un mito


Hablar de Alejandro Magno, el destino de un mito, de Claude Mossé, es hablar de un clásico moderno entre los libros de divulgación histórica. La profesora Mossé es una reconocida especialista en la historia de la Grecia Clásica, autora, entre otros de La mujer en la Grecia Clásica, El mundo griego y Oriente, o El trabajo en Grecia y Roma. Desde su cátedra de la Universidad de París VIII, ha explorado por entero la complejidad histórica de las sociedades griegas de la Antigüedad.

El libro viene estructurado en cinco apartados, Las grandes etapas del reinado, Las distintas “caras” de Alejandro, Alejandro el hombre, La herencia deAlejandro, y Alejandro, héroe mítico, en las cuales de forma exhaustiva pero amena, nos descubre, como en un caleidoscopio, la figura del mítico general macedonio. Nos hace acompañarle a través de sus campañas desde Persia a Egipto, de ahí a la India, y finalmente su muerte final. Siempre envuelto en un halo de misticismo.

No se puede criticar en absoluto el especial intento de Mossé de ser neutral sobre la figura de Alejandro, y consigue esto, precisamente, enfocando su figura desde todos los prismas, juzgándolo en su papel en el devenir de los acontecimientos, sin dejar ningún trasluz en el tintero. Especialmente acertada es la tercera parte, donde el mito deja paso al ser humano, lleno de luces, pero sobre todo sombras.

En fin, un trabajo muy interesante, publicado en 2001, y que lleva la firma asegurada de una de las más altas cumbres de la historiografía francesa.

13 de diciembre de 2007

Cómic. Murena


Hacía tiempo que no tenía entre mis manos, dentro del mundo del cómic, un trabajo que aunase, de forma efectiva y rigurosa (desde luego, con no saltarse el marco histórico general basta), la espectacularidad de las imágenes, con un tratamiento sin pausa del desarrollo de la historia que explica.
Me refiero, ya se sabe por el título, a la serie Murena. Obra de los autores franceses Jean Dufaux y Philippe Delaby, está compuesta por ahora de seis libros. El estilo, impactante y obsesivo en el detalle, del trazo de los dibujos de Delaby, son un complemento ideal y fidedigno de la fulgurante trama argumental desarrollada por Dufaux. Engancha al lector desde las primeras viñetas, incluso a los que, como yo, llevamos treinta años leyendo cómics. El efecto de estar sumergido en la historia es inmediato, siendo transportados, con todo lujo de detalles, a la época imperial de Roma.
El argumento comienza con el asesinato de Claudio, y la posterior ascensión de Nerón. Las luchas por el poder alrededor del césar serán continuas, sucediéndose conspiraciones, traiciones, muertes y todo tipo de crueldades, dejando en evidencia una sociedad totalmente corrupta, donde las mujeres tienen un papel fundamental. Sexo y muertes, una mezcla efectiva.
Desde el primer número (El púrpura y el oro), hasta el último, se puede distinguir una cierta evolución, tanto en el tratamiento del color, como en una relajación en cuanto a la exhibición de cuerpos desnudos. También el guión busca unos referentes más profundos en los personajes, basculando entre la paulatina degradación de la figura de Nerón, hasta el embrutecimiento del personaje de Murena.
En definitiva, una muy recomendable lectura, tanto para los amantes del noveno arte, como de la Historia. O para los que disfruten con ambos, como es mi caso.





Serie Murena:


1.El púrpura y el oro
2.Arena y sangre
3.La mejor de las madres
4.Los que van a morir
5.La diosa negra
6.La sangre de las bestias

Opinión. El cambio climático y la muerte del Ártico


Un estudio coordinado por el investigador Wieslaw Maslowski ha revelado que el hielo del Ártico desaparecerá durante los veranos, tan solo a partir de aquí a cinco años. Este estudio, además, viene avalado por la Academia de las Ciencias de Polonia, así como por el Instituto Oceanográfico de dicho país. Estamos ante una señal de socorro de nuestro viejo planeta.

Ya nadie podrá tildar de catastrofista a las voces que alertan sobre los efectos del cambio climático. ¿Aún estamos a tiempo de rectificar? No lo se. Pero lo que parece claro es que los grandes intereses económicos, así como las estrategias geopolíticas, no están interesados en poner remedio.

Pensemos que para poder cambiar el ciclo de los acontecimientos a nivel global, se tendría que rectificar la política energética de todo el planeta. Hasta ahora, solo se le han pedido responsabilidades a los ciudadanos individuales de los países desarrollados, como puede ser el reciclaje, el ahorro en el consumo doméstico, basado a su vez en los electrodomésticos de bajo consumo, el ajuste de las temperaturas en aires acondicionados y calefacciones, aislamientos, la utilización de gasolinas de sin plomo, restricción de velocidad, y poco más. Pequeñas acciones en comparación al nivel del problema, pero siempre más fácil presionar al ciudadano que a las grandes empresas.

Pero, a nivel general, no se toman las medidas necesarias, como obligar desde los gobiernos occidentales a los constructores, a amoldar el sistema de producción, a la fabricación de coches eléctricos a precios asequibles, favoreciendo, además, la compra de estos con alicientes impositivos. De paso, favoreceríamos la desaparición de la polución en las ciudades, debida, en gran medida, a la utilización de los combustibles de origen fósil.

Un problema importante es el crecimiento imparable, exponencial, de la economía china. Una economía que producirá, en un futuro inmediato, infinidad de nuevos consumidores, con un nivel de contaminación igual o superior al occidental. Suma y sigue.

Pero, ¿por qué hasta ahora no se toman medidas en el sector energético? ¿Alguien puede imaginarse qué pasaría en un Oriente Medio empobrecido de golpe? Países sin ninguna otra salida económica, que pasarían de controlar la economía mundial a través de la OPEP, a pasar hambre. ¿Qué tipo de re conversión encontrarían? Difícil decisión para las potencias occidentales. Si no, no se explica la constante extorsión de estos países a través del precio del petróleo, y la aceptación de Occidente de esta. El negocio por el negocio.

Y finalmente, la hecatombe de las importantísimas empresas occidentales de extracción de petróleo. Abandonar un negocio mastodóntico, tanto en inversiones como en dimensión de trabajadores. A ver qué gobierno es el primero en tomar una decisión así.

Parece que es más fácil ver morir nuestro planeta que tomar decisiones inaplazables. Y que no se nos olvide, la Tierra es nuestro continente. Nosotros somos el contenido.

12 de diciembre de 2007

Opinión. Tiempos modernos

Creo que el título del artículo puede llamar a engaño. Lo se. Pero es que me viene bien para hablar de la crisis que vive la industria del vídeo en España.

Si que es verdad que la bajada de ventas, y por consiguiente los cierres de los videoclub en España, parece imparable. Desde hace años, la caída del alquiler es exponencial, creándose el efecto bola de nieve, por lo que la aceleración ha aumentado año a año.

Ahora se quiere culpar de la crisis de los videoclub al fenómeno de las descargas compartidas de Internet. Siendo esto bien cierto, hay que pensar que todo ya empezó con una guerra de intereses. Primero en el tiempo fue la televisión digital, pero su influencia sobre los centros de alquiler de películas fue restringida, ya que se tenía que pagar un alto coste mensual, las programaciones eran poco flexibles, y las películas siempre salían antes en el videoclub. El miedo fué pasajero. Pero luego vino la puntilla. El acceso masivo a la red, y las descargas gratuitas, han sido el remate. Realmente sabe mal, por mucho que nos hablen de la adaptación a los tiempos modernos.

Sin embargo, las quejas actuales de la patronal de videoclub de España no tienen mucho sentido. Su futuro nunca ha sido claro. Demasiados lobos rondando los beneficios del entretenimiento familiar. ¿O es que cree alguien que la misma industria no pensaba, piensa e intentará, ser promotor y distribuidor único del producto cinematográfico a través de Internet? Es negocio abonado, sin duda. Inimaginable que los ejecutivos de las multinacionales no piensen en quedarse con el beneficio del producto, desde que se realiza hasta que llega a manos del consumidor, sea este en forma de venta o de alquiler. Su voracidad está harto demostrada. Además, el vídeo, sea venta o alquiler a través de Internet, es una solución a la eterna crisis de las salas de cine.

Lo siento, señores propietarios de videoclub pero, utilizando un símil cinematográfico, están sus carretas rodeadas de indios, que lanzan flechas incendiarias a sus carretas. Que cada uno entienda lo que quiera. Suerte, que la necesitarán en estos tiempos modernos.

9 de diciembre de 2007

Metrópolis, una mirada estética al futuro



Metrópolis, una de mis películas preferidas desde que la vi por primera vez a los doce años, es un filme mudo realizado por UFA en el año 1927. Se trata de una película del director alemán Fritz Lang, cuyo guión fue escrito por Fritz Lang, y por su esposa Thea Von Harbou, en 1926, y cuya trama se centra en una utópica urbe futurista, y está estilísticamente encuadrado dentro de la corriente del expresionismo alemán. El filme, realizado entre Die Nibelungen (1926), y Spione (1928), se desarrolla cien años en el futuro, en el 2026, en una ciudad-estado llamada Metrópolis. La sociedad está dividida entre una élite de propietarios capitalistas, y trabajadores, que trabajan sin cesar. La idea central del filme se basa en la concordia de clases, la colaboración, y la final aceptación de una paz social. En resumidas cuentas, el ideal nacional socialista del tercer reich nazi.
La película merece la pena ser disociada en dos apartados bien diferenciados. Por un lugar, el argumento, expuesto ya como panfleto ideario, reminiscencia del pensamiento político de Von Harbou, y el visual y técnico, basado en las inquietudes estéticas del expresionismo de corte germánico de Lang, y aumentado por las sensaciones que produjo en él un viaje a Nueva York.
La ambientación, cruce entre el futurismo y el estilo neogótico de los edificios, ha influido en infinidad de cineastas (el Ridley Scott de Alien y Blade Runner, sin ir más lejos), y artistas hasta hoy día.
En definitiva, un goce visual en el que, futuro del pasado, parece que siempre será mejor que nuestro propio futuro, lleno de incertidumbres. Al menos, a mi me reconforta estéticamente.

Ficha Técnica:
Metropolis
1927. Alemania. B/N. Duración: 118 minutos.

Producción: UFA.
Productor Ejecutivo: Erich Pommer.
Guión: Fritz Lang y Thea von Harbou.
Dirección artística: Otto Hunte, Erich Kettelhut y Karl Vollbrecht.
Fotografía: Karl Freund, Günther Rittau y Walter Ruttmann.
Música: Gottfried Huppertz.
Intérpretes: Alfred Abel, Gustav Frölich, Brigitte Helm, Rudolf Klein-Rogge, Fritz Rasp, Theodor Loos, Edwin Biswanger, Heinrich George, Olaf Storm, Hans Leo Reich, Curt Siodmak, Heinrich Gotho, Rose Lichtenstein, Georg John.