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26 de octubre de 2009

Encontrando el amarillo a tu alrededor.

"Soy amarillo, soy un amarillo de alguien". Esta frase que sale en El mundo amarillo, el maravilloso libro de Albert Espinosa, que una amiga me dejó hace poco (desde aquí te prometo que te lo devuelvo esta semana, de verdad), y que leí de un tirón en una sola noche, es el perfecto resumen de tantas cosas que nos pasan alrededor. Ser algo para alguien, sea al nivel que sea, es una de esas cosas que nos han de hacer sentir bien. Qué mejor que representar algo positivo para una persona, para cuantas mejor, sin apenas darte cuenta, y encontrar a otras personas con las que, muchas veces inesperadamente, sorprendentemente, acabas conectando más allá de las afinidades. Y sobre todo cuando te encuentras en una situación difícil, a veces desesperada, encontrar entre la multitud una motita amarilla es gratificante. Pero también lo es ser ese amarillo en la vida de otro, porque se crea una simbiosis que va más allá de las circunstancias, que te eleva el estado de ánimo, y que te pone en posición de aprender de los demás aquellas cosas que no has podido sino intuir hasta entonces. Descubrir el color en tu vida es gratificante, sea éste amarillo, verde, naranja o azul. Quien quiera que lo pinte a su gusto, que para eso nacimos libres, tanto de voluntad como de pensamiento, pero el resultado final siempre es el mismo: tener cerca a alguien especial, a alguien con quien siempre puedas contar, a una persona que será tu amigo fuera de las circunstancias. Porque ser amarillo (permitidme que deje este color ahora) para alguien, es realmente especial, sobre todo cuando no eres necesariamente consciente de serlo, pero además encontrar un amarillo mutuo es algo tremendamente difícil. Cuando lo hagas no lo dejes escapar. Al menos, yo lo haré así, pero que cada uno decida. Os aseguro que retener a un amigo amarillo vale muchísimo la pena. Gracias a todos mis amarillos (y amarillas, claro) por todo el color que aportáis a mi vida, y sobretodo por dejarme intentar pintar algo en la vuestra.