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19 de diciembre de 2009

La Navidad…o no.

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Bueno, creo que debo explicarme. Bajo mi punto de vista, humilde por otro lado porque es solo mío, la mayor de las conquistas que puede llegar a obtener el ser humano, cualquier persona, sea hombre o mujer, niño o anciano, de una raza o de otra, es ni más ni menos que la libertad. Libertad para decidir qué hacer o no hacer, con quien andar o estar, en definitiva, cómo vivir la propia vida. Nadie ni nada tienen el derecho a imponernos nada, porque con el respeto hacia los demás, hacia su libertad, se marcan las reglas de convivencia. Y yo creo en el respeto, pero sobre todo amo mi libertad.¿Y eso qué tiene que ver con la Navidad? Pues muy sencillo. Quiero tener la libertad para poder celebrar o no la Navidad, no verme obligado a ser feliz por decreto de tradición. No verme envuelto en la espiral del consumismo. No tener la necesidad de ser feliz, porque es lo que se ha de hacer. No ver siempre las mismas caras sonrojadas debajo de una barba blanca postiza y un traje rojo, con las mismas historias mal pagadas detrás. Estar horas de colas interminables para comprar regalos. No quiero tener que preocuparme por cada uno de los interminables días festivos que nos obliga la historia cristiana…o tal vez si, tal vez me apetezca vivir todo este tumultuoso rito. Incluso puede ser que un año quiera, pero otro no. ¿Y qué, a alguien le importa? ¿A alguien le puede importar realmente eso? Yo creo que no, que todos somos nosotros mismos y nuestra circunstancia, que tenemos la libertad de decidir. Quien quiera celebrar algo, que lo haga, pero el que no quiere o puede, que dejen de meterle el dedo en el ojo, que no es un apestado. Por eso, muchas felicidades a todos en estas fiestas, si habéis decidido celebrarlas, y si no, tranquilos, dejemos la depresión para más adelante, porque las cosas importantes de la vida las tenemos aquí cada día del año, sin necesidad de que nos ordenen ser felices cuando otro quiere. A disfrutar de ellas, de las pequeñas cosas, y por supuesto de la libertad. Amén.