He vuelto a cerrar todas las ventanas, como siempre hacía antes de ti, hasta que solo la penumbra me acompañase. Casi a oscuras, me he dirigido delante del espejo, allí donde tantas veces te he intuido, te he visto,detrás de mi propia imagen, mirándome desde tus ojos pintados en el difuso reflejo.
Hoy, sin embargo, por primera vez en tanto tiempo no te he visto, y ahora, se por fin que tal vez nunca hubieses estado allí. Te he buscado en tantas otras miradas, en tantos rostros, que creí que alguna vez realmente te había encontrado. Pero ya he comprendido, por fin ahora, que solo veía pequeños pedazos imperfectos de ti en cada uno de ellos, y que aquello que realmente buscaba, nunca lo encontraría completo en nadie más. Tantos rostros y ninguno eras tu. Tanto tiempo engañado, imaginando que te podia retener, y solo eras una ilusión escondida detras de un deseo. Nunca te encontraré por mucho que te busque. Ya no estás, eso ahora lo sé, así que solo queda abrir las ventanas de mi vida y decirte adiós. Nunca serás real, porque siempre has sido un imposible sueño perfecto. Tan solo un deseo desvanecido que no me ha permitido alcanzar la realidad. Hasta ahora.