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15 de mayo de 2012

Reflexión sin pensar.



La frustración suele hacer presa en todo aquel que está realmente predestinado a ello. No hay nada como alguien inmensamente confiado en sus propias posibilidades, que nunca haya encontrado un contratiempo, o que hasta cierto punto de su vida los haya superado con holgura, como para caer en sus tentáculos.
Es muy humano creerse el rey del concreto mundo propio para después, amanecer de narices en la idea del total negativismo. Del puedo con todo al no soy nada hay un abismo lleno de matices que nos dejan la medida real de lo que es capaz de construir el ser humano. Solo es cuestión de querer encontrar el punto desconocido de equilibrio entre lo que deseamos, lo que podemos y lo que nos gratifica. Por eso es tan compleja, y apasionante la vida, porque nos da la oportunidad de superar retos constantemente, y entre ellos los más insignificantes para los demás son los que nos dan mayor placer humano. Sinceramente, espero poder encontrar el color de mi equilibrio sin llegar a parecer gris para los demás. Al menos poder disfrutar de la búsqueda, que eso, en definitiva, es vivir.