Este es un precioso poema del gran poeta italiano Eugenio Montale, que habla del amor eterno, de aquel que está por encima de lo superficial. La traducción posterior al español es mía, así que pido disculpas por los posibles errores.
Ho sceso, dandoti il braccio, almeno un milione di scale
E ora che non ci sei più è il vuoto ad ogni gradino.
Anche così è stato breve il nostro lungo viaggio. Il mio dura tuttora, né più mi occorrono
Le coincidenze, le prenotazioni,
le trappole, gli scorni di chi crede
che la realtà sia quella che si vede.
Ho sceso milioni di scale dandoti il braccio
Non già perché con quattrocchi forse si vede di più.
Con te le ho scese perché sapevo che di noi due
Le sole vere pupille, sebbene tanto offuscate,
erano le tue.
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Bajé, dándote el brazo, por lo menos un millón de escaleras,
y ahora que no estás, queda el vacío en cada escalon.
A pesar de eso, ha sido breve nuestro largo viaje.
El mío continúa todavía , y ya no me hacen falta
coincidencias, reservas,
subterfugios, esas humillaciones del que cree
que lo real es solo lo que se ve.
Un millón de escaleras bajé de tu brazo,
y no porque quizá con cuatro ojos se pueda ver mejor.
Bajé contigo porque sabía que de nosotros dos,
las únicas pupilas verdaderas, por muy nubladas que estuviesen,
eran las tuyas.
y ahora que no estás, queda el vacío en cada escalon.
A pesar de eso, ha sido breve nuestro largo viaje.
El mío continúa todavía , y ya no me hacen falta
coincidencias, reservas,
subterfugios, esas humillaciones del que cree
que lo real es solo lo que se ve.
Un millón de escaleras bajé de tu brazo,
y no porque quizá con cuatro ojos se pueda ver mejor.
Bajé contigo porque sabía que de nosotros dos,
las únicas pupilas verdaderas, por muy nubladas que estuviesen,
eran las tuyas.