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21 de febrero de 2009

Liberad a Susi.

En Barcelona, mi ciudad, se ha comenzado un movimiento para liberar al último elefante, una hembra de nombre Susi, que queda en el parque zoológico. Yo estuve el año pasado, y la recuerdo perfectamente, moviéndose de un lado a otro, en un espacio indigno para cualquier ser vivo, y en una soledad diría yo que depresiva. Es por eso que me adhiero también a la movilización para una salida digna a un habitante de nuestro planeta. Por eso, aquí os dejo las palabras de Saramago, extraídas de su blog. Seguro que él expresa mucho mejor las razones de una iniciativa como esta.
"En el zoológico de Barcelona hay una elefanta solitaria que se está muriendo de pena y de las enfermedades, principalmente infecciones intestinales, que más pronto o más tarde atacan a los animales privados de libertad. La pena que sufre, no es difícil imaginarlo, es consecuencia de la reciente muerte de otra elefanta que con la Susi (este es el nombre que le pusieron a la triste abandonada) compartía en un más que reducido espacio. El suelo que pisa es de cemento, lo peor para las sensibles patas de estos animales que tal vez tengan todavía en la memoria la blandura del suelo de las sabanas africanas. Sé que el mundo tiene problemas más graves que estar ahora preocupándonos con el bienestar de una elefanta, pero la buena reputación de que goza Barcelona comporta obligaciones, y ésta, aunque pueda parecer una exageración mía, es una de ellas. Cuidar a Susi, darle un fin de vida más digno que verla acantonada en un espacio reducidísimo y teniendo que pisar ese suelo del infierno que para ella es el cemento. ¿A quién debo apelar? ¿A la dirección del zoológico? ¿Al ayuntamiento? ¿A la Generalitat?"