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8 de noviembre de 2009

En busca de la mujer imperfecta

mujer-sexy

Cuando en alguna reunión o cena entre amigos, a alguno o alguna de ellos se le ocurre dejar sobre la mesa la pregunta de quien es nuestro ideal de hombre o mujer, mi primera respuesta es siempre la misma: no lo se. Eso, al principio les suele descolocar. Pero bueno, me suele decir alguno, alguien tendrás como la que sería tu mujer perfecta. Siempre, entre las parejas perfectas suelen salir actores o actrices de moda, algún presentador, modelos, e incluso algún político. Sin embargo, mi respuesta siempre ha sido la misma. No tengo una representación lejana de un ideal de mujer. Necesito conocer a alguien para poder pensar en ella como algo real. Si, es verdad que he tenido iconos de juventud (y de no tan joven), como Marylin Monroe, Jennifer Aniston, o Audrey Hepburn, pero tan solo son representaciones de belleza física, nada más. Para mi, un ideal de mujer no existe si no lo conoces, y así poderlo contrastar empíricamente. Es decir, ha de ser una mujer real, de carne y hueso, a la que poder contemplar a los ojos y ver la profundidad de su espíritu… y eso no se consigue a través de las fotografías, del cine, o de la televisión. Tal vez sí a través de lo que escribe, aunque tampoco es fiable al cien por cien. Lo mejor en estos casos es hablar, contrastar ideas, sentimientos y sensaciones, opinar, verla reaccionar delante de las situaciones. En fin, verla ser ella misma. Y entonces, si encontramos el ideal (o aproximado) en esa mujer (u hombre), seguro que su aspecto físico, o envoltorio exterior, no llegará a ser lo más importante. Porque ese papel de regalo externo que somos por fuera, tiene tendencia ineludible a envejecer, a arrugarse, y a estropearse. Por eso, antes que la perfección engañosa, es preferible contar con la proximidad de la mujer imperfecta. Imperfecta en si misma, lo que la hace original, única, y eso hace también que seamos poseedores de sus experiencias originales, únicas. Porque, al fin y al cabo, ¿quién se cree tan perfecto como para exigir la perfección en otro?