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6 de febrero de 2009

El curioso caso de Benjamin Button.

Anoche asistí al preestreno de la película de David Fincher, basada en la novela breve del genial Scott Fitzgerald. La verdad es que las casi tres horas que dura, se evaporaron como un suspiro. Solo empezar el film, las imágenes y el tono de fábula de la narración me recordaron dos cosas. Por una parte la fórmula, muy de Tim Burton, al diseñar Fincher el prólogo con imágenes sensacionales, tanto en su concepción como en la técnica. Y por otra, la sensación de "realismo mágico" con el que parte la historia.
La verdad es que podríamos pensar en una película en dos mitades. La primera, la presentación y el desarrollo de Benjamin, en colisión constate con su propia naturaleza, a contracorriente del resto de las personas que le rodean, del resto de la humanidad. Es un aprendizaje a través de otros personajes, de otras experiencias, vividas en situaciones límite, como es la guerra, y llena de situaciones que arrancan la sonrisa. La segunda es la entrada en escena de la historia de amor imposible entre Benjamin y Daisy, mucho más seria, más trágica. Empiezan a vivir "al revés", pero se encuentran en un punto de su vida cuando los dos, exteriormente, rondan los cuarenta y tantos. El amor entre los dos se revela a pesar de las constantes contradicciones. Mientras Benjamin está totalmente entregado, Daisy sufre con el paso del tiempo, con la frustración que le produce su accidente, que mientras a él le está influyendo hacia la juventud, a ella la lleva a la vejez. Sin embargo, el final de los dos debe ser el mismo, la muerte. No podemos eludir nuestro destino, aunque sí debemos aprovechar aquello que nos brinda la vida, parece ser uno de los mensajes de la narración, que mantiene otra constante, como es la sensación de pérdida durante nuestro camino entre los demás. Y eso se hace más evidente en la presencia durante todo el relato del asilo, morada final de aquellos que solo esperan la muerte, y que a pesar del paso del tiempo, siempre se ve igual.

En fin, que recomiendo esta película a quien quiera reflexionar sobre el paso del tiempo, sobre la imposibilidad que nos presenta a veces la vida de vivir plenamente un amor deseado.

Solo me queda una incógnita. ¿Qué película hubiese salido de las manos de Tim Burton y Johnny Deep?