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5 de septiembre de 2008

Un reflejo de la rutina.


Eso es lo que representa esta imagen. El paso del tiempo a través de nuestra rutina diaria. Un reloj inexhorable que perpetúa nuestra cotidianeidad. Porque, salvo honrosas excepciones, el ciudadano medio del mundo occidental, industrializado, tecnificado, digitalizado, sigue unas pautas básicas de comportamiento rutinario. Este es el reloj de nuestros días de insufrible rutina. Nada cambia para que todo siga igual.